La comorbilidad de los trastornos de personalidad con los trastornos afectivos es del 90%. La depresión es el diagnóstico adicional más frecuente en sujetos con alteraciones de la personalidad previos.

Las características de las personalidades distímicas son fundamentalmente el tono de humor apesadumbrado con un pensamiento circular sobre las dificultades y problemas. Les afecta cualquier situación que suponga un esfuerzo físico o intelectual y en ocasiones se ven afectados por la hipersomnia e inercia psicomotora. Presentan algunos rasgos de carácter como son la obsesividad, la tendencia a autorrecriminarse, la hipersomnia diurna y mejoría vespertina, el viraje ocasional a la extroversión y la ausencia de conflictos sociales, que pueden orientarse sobre la naturaleza biológica de algunos distímicos.

El síndrome depresivo, debe ser valorado con independencia de los rasgos de personalidad previos y la respuesta farmacológica es muy orientativa sobre la naturaleza del trastorno. Por lo general, las depresiones caracterológicas, responden de forma muy inconsistente a los fármacos antidepresivos, pudiendo mostrar mejorías y empeoramientos sin seguir el patrón regular de respuesta.

Por lo tanto, una vez más es fundamental la correcta evaluación para poder llevar a cabo el tratamiento más adecuado; bien utilizando la terapia psicológica o bien alternándola con la farmacológica si fuese necesario.

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