La patología dual se define como la existencia de trastornos mentales y de otros trastornos por abusos de sustancias. Se pueden dar tres tipos: trastorno psiquiátrico primario con trastorno por uso de sustancias secundario; trastorno por uso de sustancias primario con signos y síntomas psiquiátricos secundarios; y coexistencia del trastorno psiquiátrico y del trastorno por uso de sustancias independiente.

Pero existen diversos problemas con respecto a dicho diagnóstico. El primero de ellos resulta de la duda de si la frecuencia, síntomas y trastornos psicológicos se encuentran enmascarados por el abuso de drogas. Otro de ellos surge de la utilización de qué instrumentos para su diagnóstico. El tercero de si los diagnósticos observados son previos, coexistentes o secundarios.

En cuanto al esquema para la intervención tendremos en cuenta los siguientes aspectos: en primer lugar la estabilización de nuestro paciente en cuanto a los síntomas psiquiátricos agudos como del abuso de sustancias. A partir de aquí, observaremos al paciente durante un periodo libre de sustancias de 3 a 6 semanas para la evaluación del diagnóstico y planificación terapéutica. Planificación del plan de intervención con una frecuencia de 2 a 3 veces por semana, realizado por un único profesional, evitando confrontaciones, creando un clima de confianza y potenciando la motivación. Tendremos muy en cuenta la transferencias y contratransferencias, así como estimularemos para la participación en grupos de autoayuda.

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